Alfonso Barasoain: «Me fui con pena de la Segoviana»
El entrenador vizcaíno guarda buenos recuerdos de su etapa en el equipo y en la ciudad
«Tenemos un gran reto por delante y esperamos
conseguirlo». Fueron las primeras palabras de Alfonso Barasoain como
entrenador del Lemona, el rival de la Gimnástica Segoviana este domingo.
Por uno de esos caprichos que tiene el fútbol, el técnico vasco vuelve a
cruzarse en el camino de la Segoviana. Llega al Lemona para sacar al
equipo de una difícil y complicada situación deportiva.
El destino ha querido que su primer partido en el
banquillo del equipo vizcaíno sea precisamente este domingo frente a la
Gimnástica, un equipo al que llegó en febrero de 2007. Entonces también
era un reto. Y resulta curioso. Esta vez se van a encontrar en este
camino de la vida en Segunda División B, categoría a la que intentó
llegar con el conjunto gimnástico.
Barasoain aterrizó en Segovia con el objetivo de
reconducir el propósito del ascenso a Segunda B, un objetivo ambicioso,
de los muchos que ha tenido en su carrera deportiva, y algo que con
anterioridad habían intentado Antolín Gonzalo y Carlos Hugo Bayón,
técnico al que sustituyó en el cargo.
La Segoviana, con José Soriano como presidente, apostó
entonces por la experiencia de Alfonso Barasoain (Amorebieta, Baracaldo,
Eibar, Palamós, Amurrio, Guernica...), especialista en sacar a los
equipos de situaciones difíciles. Y en aquel entonces, la de la
Segoviana lo era, porque no tenía otra cosa en la cabeza que no fuera el
ascenso. Llegó con ilusión y con ambición, y con la etiqueta de ser un
técnico exigente. «Estoy aquí para ganar», dijo en su presentación, y
poco a poco fue consiguiendo su propósito. Los resultados fueron
llegando y metió al equipo en la fase de ascenso.
Sin embargo, la etapa de Barasoian en la Gimnástica
terminó cuatro meses después, en junio, al acabar la temporada. El
conjunto gimnástico había sufrido una nueva decepción (otra más) en la
fase de ascenso a Segunda B tras caer frente al Villa Santa Brígida. La
historia volvía a repetirse. Por cuestiones económicas, el conjunto
gimnástico decidió no contar con el técnico para la nueva temporada.
Con cariño
Pero a pesar de ese poco tiempo, Barasoain le cogió
cariño a la ciudad y a su entorno. Tenía la esperanza de continuar por
dos razones. Una, como es lógico, la deportiva; le atraía embarcarse en
un nuevo proyecto con el que intentar el ascenso; la segunda, ya más
personal. «Me encantó pasear por la ciudad y por sitios de la provincia
que son una auténtica belleza. Fue un placer y un privilegio. He
disfrutado mucho», recordó.
Y mantiene esa opinión. «La verdad es que me fui con
pena. Guardo muy buenos recuerdos de Segovia. Disfruté mucho y no solo
del fútbol. Fue una pena no lograr nuestro objetivo y aquel partido
contra el Santa Brígida... pero aún así fue una grata experiencia».
Poco conoce de la Segoviana actual, salvo que aún quedan
jugadores como Ricardo, Mariano, Agustín, Ramsés, Jesús Alonso..., de
los que guarda un buen recuerdo personal, al igual que de Minguela,
Soriano, Andrés Peiro... Confesó no conocer al actual técnico Paco
Maroto, ni casi de su actual equipo, con el que ayer realizó el primer
entrenamiento. Tres puntos separan al Lemona, penúltimo (12) de la
Segoviana (en el puesto 17, con 15 puntos. «Los dos equipos estamos muy
necesitados, aunque algo más nosotros, que estamos más retrasados que la
Segoviana. En cualquier caso, ojalá que al final nos salvemos los dos»,
manifestó.
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Alfonso Barasoain asume con confianza el reto de «sacar adelante» la campaña del equipo rojillo y salvar la categoría
El nuevo míster del Lemona, Alfonso Barasoain, se estrenará en casa al frente del cuadro rojinegro. El técnico, con amplia experiencia dirigiendo equipos de la categoría, acepta un «reto» que, aunque se ve laborioso y que requerirá de grandes dosis de optimismo -y sobre todo de trabajo-, confía en «sacar adelante».
La oportunidad de empezar a alejar al bloque cementero del descenso la tendrá este domingo -a las cinco en Arlonagusia- ante la Gimnástica Segoviana, que supera en tres puntos -cuenta con quince- a los locales. Aunque el número no es significativo, los visitantes han amasado dos victorias -con el Logroñés y el Sestao River- en los últimos tres choques mientras que los vizcaínos no la conocen desde el 25 de septiembre.
Este inminente partido, si bien puede resultar decisivo a nivel «moral», no será suficiente para atar la permanencia. El experimentado entrenador señala que al conjunto a sus órdenes todavía «le hacen falta 32 puntos para salvarse».
Una gran distancia a recorrer para la que es necesario «tener todos una mente muy fuerte». Pese a que se esperaba que a estas alturas del campeonato el Lemona estuviera en la zona media alta de la tabla, Barasoain razona que «está donde le corresponde, donde te sitúan los resultados». El remedio pasa por «hacer los méritos suficientes para conseguir otras posiciones más acordes con las posibilidades del club».
Y es que, a su juicio, «tenemos futbolistas con suficiente calidad y confío mucho en la plantilla». «En el aspecto técnico podemos estar muy por encima de esta posición. Ahora tengo que conocerles a nivel de consistencia psíquica y moral», puntualiza al tiempo que recuerda que «estas situaciones las he vivido cinco veces en otros clubs y han salido bien así que confío en que este reto también lo haga».
Seis bajas
Una meta, la permanencia, que «en principio a nivel global es complicada» pero que, con «trabajo, ganas e ilusión», cree que se alcanzará. De momento, el técnico corregirá que «el equipo está un poco desequilibrado en algunos puestos» y tendrá que hacerlo con un cuadro mermado por las bajas y las sanciones. Las cartulinas impedirán disputar el próximo encuentro a Uranga, Gorka Martínez y Seguín. Tampoco estarán Txoperena y Rojas -que se están recuperando de sus lesiones-, y es duda Gurrutxaga.
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Barasoain se hace cargo del Lemona para el resto de Liga
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